1000 maneras de morir para escritores Parte II
Continuando con nuestro anterior artículo
ahora dejo a nuestros lectores la segunda parte del artículo
con otros casos de anécdotas de muerte de grandes escritores.
Vicente Huidobro
¡Cara de poto!”
Cuando el poeta de vanguardia Huidobro estaba ya a las puertas de la
muerte, volvió de la inconsciencia, confesó a sus cercanos que sentía
miedo e hizo llorar a su amiga Henriette Petit, cuando la miró fijamente y le
gritó esta expresión, que significa “cara de culo”.
Franz Kafka
¡Mátame o de lo contrario serás un asesino!”
Kafka fue un hombre de una salud frágil toda su vida: a su fobia social se
le añadían migrañas, insomnio y otras dolencias, que intentó tratar con
diversas terapias naturales, que quizá le provocaran la tuberculosis que
finalmente le mató. Sus últimos días fueron un infierno de dolor, y suplicó a
su doctor que acabara con ese sufrimiento.
Dylan Thomas
Me he tomado dieciocho güisquis. Creo que es mi récord…”
El laureado poeta galés murió como vivió: completamente borracho. La
causa de su muerte fue una neumonía, mezclada con sus problemas hepáticos.
Siempre estuvo orgulloso de su feroz alcoholismo, y a menudo fanfarroneaba de
su aguante con la bebida.
Fernando Pessoa
No sé qué me depara el mañana.”
Una de las mayores figuras de las letras portuguesas, Pessoa escribió estas
últimas palabras tras haber perdido la facultad del habla. La causa de la
muerte fue, de nuevo, una grave crisis hepática, producida por años
de excesos con el alcohol.
Saki
¡Apaga el maldito cigarro!”
El gran poeta y cuentista británico protagonizó una de esas muertes que
parecen sacadas de ese macabro programa titulado ‘Mil maneras de morir’.
Estando enrolado durante la Primera Guerra Mundial, gritó esta frase a otro
soldado en una trinchera, antes de ser alcanzado por un francotirador alemán,
que probablemente le había oído.
Margaret Mitchell
Sabe muy mal.”
La escritora de ‘Lo que el viento se llevó’ se quejó justo antes de
morir del mal sabor de una naranja que le habían dado en el hospital donde
convalecía por las heridas sufridas en un atropello.
Aldous Huxley
LSD: 100 microgramos.”
El autor de ‘Un mundo feliz’ experimentó ampliamente con las drogas
una vez instalado en California, de lo que saldría su libro ‘Las puertas de
la percepción’, título del que Jim Morrison se serviría para bautizar a su
banda, The Doors. Antes de morir le pidió a su esposa que le inyectara dos
dosis de LSD.
Víctor Hugo
Veo una luz negra.”
El autor de ‘Los miserables’ murió a una avanzada edad de una pulmonía.
Años antes habían muerto dos de sus hijos y su hija Adéle había terminado en un
psiquiátrico. Durante su vida había cometido muchos excesos, sobre todo
con la comida.
Charles Dickens
¡Al suelo!”
El novelista inglés sufrió un ataque al corazón; su muerte se
produjo justamente cinco años después del accidente de tren de Staplehurt, al
que sobrevivió, y que le inspiró uno de sus mejores cuentos de terror, ‘El
guardavía’.
Gustavo Adolfo Bécquer
Todo mortal…”
Y terminamos este repaso con el poeta romántico
español por excelencia, Bécquer, que falleció a los 34 años de la llamada
“enfermedad romántica”, la tuberculosis, que como habréis visto, se
llevó a numerosos escritores de todas las épocas. Se desconoce si esta última
frase tenía o no sentido; fue pronunciada entre delirios causados por una
fiebre muy alta.
Espero les haya gustado este pequeña pero curiosa selección
de momentos y anécdotas de muertes de grandes escritores
en Como Escribir un Libro, la web para escritores.
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