El autor y sus influencias
Tenemos al autor, tenemos el texto que crea y tenemos el lector.
Este autor tiene una intención consciente a la hora de crear un texto literario, pero ésta no se puede considerar la única fuente de autoridad a la hora de interpretarlo. Su inconsciente es una parte importante que usa para crear (sublimando el impulso sexual, según Freud) y como que no es fácil conocer los impulsos del inconsciente, ni qué lo lleva a crear lo que ha creado, el autor no es el más adecuado para interpretar su obra.
Según los "new critics", la obra ya se explica por sí misma, y según Barthes, ha de considerarse "la muerte del autor", ya que éste impide disfrutar de la obra y limita su interpretación.
Así pues, el autor, todo y que el vocablo significa "autoridad", no la representa, sino que en realidad es un lector más.
Pero según Hirsch, si se ha de respetar el concepto de autoría y la intención inicial que éste tenía.
Aún así, si le preguntaramos a un autor cuál ha sido su intención a la hora de escribir un texto, sus influencias (sublimaciones, neurosis, complejos, ideologias...) no nos dejarían disfrutar (como dice Barthes) de su obra. Tendriamos que ceñirnos, pues, a interpretar la obra como "un artefacto autónomo", tal y como dice la corriente de la nueva crítica.
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