¿QUE ES UN TÍTULO?
(de la Introducción a la semiótica por Robert Marthy)
"Un aperitivo" según Barthes, insistiendo de este modo en su
papel de apertura al texto. Una restricción interpretante y en consecuencia un
índice que dirige la atención sobre el objeto del texto dando mayor o menor
información acerca del objeto. Hay títulos dicentes y títulos más
"misteriosos", más remáticos, a veces, inclusive, de naturaleza
simbólica.
R. Barthes (1985) al abordar el estudio de una novela de E. Poe titulada "La verdad sobre el caso de M. Valdemar" evalúa la función del título. El título "es un operador de marca", "tiene como función marcar el comienzo del texto, es decir constituir el texto en mercancía", "el relato es una mercancía, cuya proposición está precedida por una "perorata", por un "appetizer".
En el análisis del título de Poe, muestra cómo la investigación, a propósito del objeto del relato, comienza con la del objeto del título (verdad supone enigma, caso sugiere un hecho excepcional, la, artículo definido impone que hay más que una verdad, -la de los hechos exactos, pero también la de su sentido- finalmente el análisis del nombre es rico en significaciones ya que es "el príncipe de los significantes"). Barthes subraya una vez más la utilidad del nombre propio (y los títulos los tienen muy a menudo). "Un nombre propio debe examinarse cuidadosamente"
Diremos que el título es el comienzo de la semiosis de interpretación del texto. Desde su lectura incita a los interpretantes a los que, en adelante explotará. Constituye un signo-acción que desencadena la interpretación y el objeto del título se vuelve en el signo del objeto de la novela con el que está en relación
.
Es evidente que esta actividad del lector supone un habitus, que ese lector sabe que se trata de una "mercancía" cuál es la función del título y que sabe, en principio, apreciar su valor o interés. Algunos escritores o artistas se ven inducidos a dar explicaciones acerca de sus títulos. y U. Eco lo hizo respecto de "El nombre de la Rosa", título voluntariamente enigmático y por esto icónico de su novela. Algunos creadores, hay que destacarlo, al negarse a hacer el juego habitual del título y querer burlar la espera del lector o del espectador en ese campo, inventan un título que a primera vista no tiene nada que ver con la obra. U. Eco apuntaba por otra parte que el título debe guardar un poco de misterio, no proporcionar demasiados indicios al lector.
Es evidente que esta actividad del lector supone un habitus, que ese lector sabe que se trata de una "mercancía" cuál es la función del título y que sabe, en principio, apreciar su valor o interés. Algunos escritores o artistas se ven inducidos a dar explicaciones acerca de sus títulos. y U. Eco lo hizo respecto de "El nombre de la Rosa", título voluntariamente enigmático y por esto icónico de su novela. Algunos creadores, hay que destacarlo, al negarse a hacer el juego habitual del título y querer burlar la espera del lector o del espectador en ese campo, inventan un título que a primera vista no tiene nada que ver con la obra. U. Eco apuntaba por otra parte que el título debe guardar un poco de misterio, no proporcionar demasiados indicios al lector.
El título es en consecuencia una toma de posición del autor que lleva a analizar y que da cuenta de sus principales intenciones, ya que focaliza la atención sobre aquello que parece ser para el creador el objeto esencial de la novela. (La película sobre la novela de Zola "L' Assommoir" lleva el título de "Gervaise": el interés se desplaza y el título ya dice lo bastante acerca de la diferencia que puede existir entre la obra literaria y la historia de la película).
Si el análisis del título previo al análisis de la novela ofrece el interés de investigar, la retrolectura del título, luego de haber tomado conocimiento del texto es también interesante y complementaria ("Vipère au poing" de Hervé Bazin, es un lindo título que se dilucida completamente, didácticamente inclusive, en el último capítulo, pero su sentido comienza a horadar desde el primer capítulo).
Es posible una tipología de los títulos en tanto que signos lingüísticos (el título de la novela de Poe es una proposición, por tanto un símbolo dicente). Pero quedaría por hacer la de las relaciones entre el objeto del título y el del texto.
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